Somos muchos los aventureros que hemos fantaseado con la idea de estar del lado del desarrollador, para dar salida a todas esas ideas narrativas, puzles y situaciones que nos rondan por la cabeza, pero las exigencias de una vida llena de obligaciones y rutinas, así como la necesidad de tener algunas nociones básicas en cuanto a diseño y programación, hace que solo unos pocos privilegiados consigan llegar al final del camino.
José María Meléndez, a pesar de haber hecho sus primeros pinitos como redactor para Aventura y CÍA e incluso colaborar con Alcachofa Soft en trabajos de tanto renombre como la saga de Mortadelo o The Abbey, no tenía conocimientos en animación, ilustración o programación, pero esto no fue un impedimento para lograr su objetivo. Tras varios intentos, JM Meléndez consiguió obtener la suficiente maestría con AGS para regalar al mundo su primer proyecto, Urban Witch Story (mención en CAAD 52 y guía completa en CAAD 54), siendo su segundo trabajo el juego que nos ocupa.
Dead Dimension es un homenaje a las aventuras de la vieja escuela de los 8 bits, que sin ser una aventura de texto propiamente dicha, (ya que carece de órdenes de texto, basándose únicamente en el uso del ratón), sí que consigue destilar ese sabor característico de los juegos de antaño.
Esta aventura Point and Click de corta duración (30 minutos aproximadamente), utiliza como escenario un universo de ciencia ficción decadente y opresivo. Nos pone en el papel de un presidiario que cumple condena en una de las instalaciones penitenciarias más duras del planeta. En contra de su voluntad, es obligado a participar en un experimento científico donde intervienen viajes en el tiempo y sucesos extraños, donde distintas versiones de nuestro mundo tienen cabida.
El apartado sonoro genera una buena atmósfera de terror y agonía, con sonidos guturales y música muy al estilo Blade Runner. No son pocas las veces que he tenido que parar a coger aire antes de dar el siguiente paso, ya que el juego consigue mantenernos en tensión gracias a una narrativa muy cuidada y buen uso de imágenes y animaciones, colocadas de manera magistral.
Si hay que destacar algún aspecto negativo, su rápida resolución puede ser uno de ellos. Sin embargo, la historia nos deja satisfechos con un giro de guion, dos finales alternativos y un sistema de puntos que nos invita a rejugar la aventura. La ausencia de un sistema de escritura puede ser un obstáculo para los más puristas, al igual que la resolución de puzles, siendo estos meramente anecdóticos. Dead Dimension nos demuestra que no hacen falta cantidades ingentes de horas para poder disfrutar de un buen juego.
En resumen, Postmodern Adventures nos regala una buena aventura de terror espacial, que sin ser extremadamente larga, consigue brindarnos una historia bien contada, inmersiva y con un final digno de cualquier novela que se precie.
Invito a todo el mundo a probar el resto de juegos publicados por Postmodern Adventures (@postmodernadv). Podemos encontrar trabajos inspirados en los juegos de Sierra y LucasArts, sin hacer uso de referencias trilladas de ningún tipo y, por supuesto, a estar atentos a la última aventura en desarrollo porque promete mucho (An English Haunting).
